Aunque la mayoría de mi vida laboral la he dedicado a ser contratado por terceras personas, siempre he realizado algún trabajillo como Diseñador Freelance de forma autónoma, y digo autónoma porque es lo que significa "Freelance”
Cosas que he aprendido de mi experiencia como Diseñador Freelance
FREELANCE es un término que se asocia con este gremio, pero que se podría utilizar para cualquier trabajador independiente. Claro está que nos resultaría chocante encontrarnos a un “Fontanero Freelance” o un “Albañil Freelance”, pero no por eso estaría mal utilizado el término.

Después de realizar algunos trabajos no remunerados de forma altruista, principalmente como ejercicio para adquirir experiencia y algo de conocimientos como Diseñador Freelance, conseguí mi primer trabajo pagado al encargarme un logotipo para una empresa de gestión de datos.
Después vino un folleto para un taller de rectificados de motores y alguna página web, de aquellas que se realizaban en puro HTML, sin ayuda de ningún gestor de contenidos.
Más tarde me ofrecí a conocidos, amigos y vecinos, y reconozco que fue uno de mis mayores errores.
A continuación os dejo algunos consejos basados en mi experiencia como Diseñador Freelance.
Realiza el trabajo por el precio adecuado o hazlo totalmente gratis.
Puede que te suenen frases como: “Necesito un pequeño favor”, “Hazme precio de amigo”, "No me cobres mucho que sólo te va a llevar 5 minutos"...
Esto te puede sonar familiar si trabajas con gente que conoces. El hecho de trabajar con caras conocidas es que tienen las ideas muy claras. Quieren lo mejor que puedan conseguir pero a un precio lo más bajo posible.

La realidad es que cuando a este tipo de clientes les das un precio con descuento, se sienten con derecho a que des lo mejor de ti y mucho más, en ese momento es cuando sientes que has cometido un gran error.
Al final el precio por el que vas a realizar el proyecto no merece la pena.
Así que esto es lo que se debería hacer: 1.- hacerlo de forma gratuita, o 2.- trabajar por el precio justo que merece el trabajo.
Si trabajas de forma gratuita, tus amigos sabrán que no tienen prioridad y no te volverán demasiado loco. En cualquier momento les puede decir: "oye, tengo que terminar esto porque es lo que me da de comer y me paga el alquiler", o "no me vuelvas loco, es un favor que te estoy haciendo gratis”.
Mientras que si les facturas por el pago total, pueden exigir por lo que pagan, pero al menos no estás perdiendo dinero. Debes actuar profesionalmente como lo harías con cualquier otro cliente.
Yo procuro evitar proyectos para los amigos o la familia. Prefiero no correr el riesgo de terminar tirándonos los trastos los unos a los otros.
Sin embargo, si por necesidad hay que hacerlo, simplemente no hay que hacer descuentos.
Date a conocer desde el primer momento
La gente suele pensar que es necesario tener clientes y un nombre antes de darse a conocer, realizar un proyecto de marketing cuando se tiene una buena cartera. Es un gran error, tienes que ofrecerte desde el principio, incluso antes de comenzar a andar como Freelance.
Si tienes algo que ofrecer, por poco que sea, ponlo a la venta, dalo a conocer aunque nadie lo haya demandado todavía.
¿Por qué?, muy sencillo, imagínate que estas empleado en una empresa y esta va a cerrar, hueles un despido, o simplemente quieres emprender como Freelance. Si esperas al último día a tener todos los cabos atados, te va a resultar muy difícil sacar algo por poco que sea, y no podrás pagar los gastos que tengas del siguiente mes.
Sé que es muy difícil para los que nos dedicamos a esto planificar 6 meses por adelantado, por no hablar de 10 años.
Queremos que todo suceda ahora. Pero no funciona así. Puedes crear un blog, pero tendrás que esperar mucho tiempo antes de que empieza a dar resultados, o publicar en Facebook, pero cuesta tener los visitantes necesarios y potenciales para que reclamen tus servicios.
Date a conocer tan pronto como sea posible, y unos meses más adelante comenzarás a ver resultados. Se necesita tiempo, esfuerzo y constancia para construir una marca.
Pero vale la pena el sufrimiento.
Aprende a decir "No"
Mi instinto siempre me obligaba a decir “si” a cada proyecto que me ofrecen con una ganancia económica por detrás. Otro gran error del que me di cuenta cuando vi que me consumía excesivo tiempo de mi vida.
Con el tiempo he aprendido que el intentar quedar bien con todo el mundo no es la mejor política a seguir. Al menos para mí.
He hecho proyectos de Diseño Freelance, incluso cuando estaba trabajando a tiempo completo en una empresa. No necesitaba el dinero, pero me costaba decir “no” a un trabajo en el que había un aporte económico detrás.

Me di cuenta de que no siempre vale la pena.
Al trabajar noches y fines de semana, estás perdiendo tiempo de tu vida, de realizar cosas que realmente te apetecería hacer.
Si realmente no necesitas esos trabajos para mantenerte a flote, es mejor no hacerlos, tu vida mejorará bastante al tener más tiempo para ti, tu familia y tus amigos.
Además, en el momento que empiezas a decir "no" a los clientes, empezarás a tener un trato diferente y cambiará la forma en que las personas te ven y hablan de ti.
Hay otra gran razón para decir "no". Cuando el proyecto no es interesante.
No olvides que los proyectos que realizas pasan a formar parte de tu portfolio y esos clientes a tu cartera. Esos proyectos atraerán el mismo tipo de clientes, como se suele decir: “Los malos proyectos atraen malos clientes”.
Por esta misma razón, si el cliente no acepta un buen diseño que nosotros creemos adecuado, el decir “no” evitará que ese proyecto, que tendríamos que modificar y con el que no estaríamos de acuerdo, atraiga a ese tipo de clientes conflictivos.
Cuando comienzas a decir "no" al mal diseño, los clientes te tratarán como un auténtico profesional.
No realices diseños que no consideres adecuados y aptos para tu imagen.
Establecer unas normas con los clientes
La mayoría de los problemas entre diseñadores y clientes viene por no establecer unos límites a la hora de concretar un trabajo:
- Planificar todo (incluyendo las aportaciones del cliente, reuniones y fecha final del proyecto).
- Precio (cuánto y cuándo se paga).
- Comunicación (cuándo y cómo se establecen, cambios, correcciones y muestras).
- Entrega del trabajo final (para que se requiere, tipos de archivos necesarios, necesidades de los que lo van a manipular).
- Consecuencias (lo que sucederá cuando no estamos contentos, que no queremos trabajar juntos ya, etc.).

Si se establecen unas normas adecuadas, y las pones por escrito para ambas partes, te ahorrarás mucho tiempo a la hora de tratar este tipo de conflictos.
Es necesario tener en cuenta que, un contrato bien escrito, protege a ambas partes, lo que significa que tú y tu cliente evitaréis muchos problemas.
Nuestro objetivo como Diseñador Freelance, es lidiar con el miedo de los clientes, dándole la sensación de que cada pequeña cosa va a estar bien atada.
Este punto no es sólo adecuado para los trabajadores Freelance, sino también para los Diseñadores que trabajan en una empresa con un jefe.
MUY IMPORTANTE, haz copias de seguridad de tu trabajo
Es un cliché, y una norma tan clara como el agua, pero a menudo nos olvidamos de hacerlo.
Es muy habitual encontrarnos en situaciones como esta: “¿Recuerdas aquel el proyecto que realice hace un par de años que me costó más de 4 meses de duro trabajo?, un virus acabó con mi equipo”.
Ya puedes rezar para no tener que necesitarlo de nuevo o tendrás que hacerlo todo desde el principio, y a coste cero.
Hazte un favor y asegura todo tu trabajo con copias de seguridad periódicas. Existen multitud de herramientas sencillas y gratuitas que hacen este trabajo sin que te des cuenta.

Creo que es lo más complicado de ser freelance. La parte comercial. Especialmente para quienes no tenemos ese perfil. Cuesta poner precios acordes al esfuerzo y cualificación.
Hola Lara,
Es una lucha constante, a lo largo de todos estos años me he encontrado con gente del sector mediocre en su trabajo pero que se vendía muy bien y gente muy buena que ha desistido de seguir por no tener esa faceta comercial.
Cuando se trabaja contratado por una empresa, donde existe un departamento comercial encargado de captar clientes, no somos conscientes del esfuerzo y cualificación que hay que tener en ese campo.
Gracias por tu comentario.