La agenda corporativa es un elemento de marketing publicitario muy utilizado por grandes y pequeñas empresas pensadas principalmente para llegar a futuros clientes o usuarios. Por eso, a la hora de imprimir la agenda, hay que tener en cuenta varios aspectos que no la conviertan en una más del montón.

Por qué utilizar una agenda corporativa
Puede que pienses que con la cantidad de aplicaciones que existen para instalar en el móvil ya no sea necesario este tipo de artículo promocional.
Pero no es así, al igual que pasó con la aparición del libro electrónico, las agendas digitales no han conseguido sustituir la agenda tradicional en papel, que ofrece unas ventajas que una aplicación en el móvil o el ordenador no tiene.
Seguro que os pasa a alguno de vosotros, pero cuando tengo que apuntar algo en el móvil, tengo que encenderlo, desbloquearlo, abrir la aplicación, buscar la fecha o lugar donde escribir y apuntar las notas con el minúsculo teclado que me cambia las palabras con el dichoso corrector.
Si además tengo que acompañar la nota con un gráfico o dibujo explicativo, se convierte en algo poco productivo y molesto. Así que al final termino cogiendo un papel y escribiendo a mano lo que necesito apuntar.
Es cuando pienso lo útil que sería tener a mano una agenda para organizar todo lo que necesito y no llenar de papeles descolocados todo el escritorio.

Soy consciente de que este problema lo tiene mucha gente, y es muy interesante atacar este punto para introducir nuestra propia publicidad a modo de agenda corporativa con nuestra información personal o empresarial.
Para contar con este producto publicitario es importante conocer algunos aspectos importantes para obtener el resultado que deseamos, las siguientes recomendaciones te ayudarán a conseguirlo.
Cuando lo tengas claro, puedes mandarlo a producir a una imprenta online sin necesidad de salir de tu oficina o despacho.
3 aspectos importantes a la hora de imprimir una agenda corporativa
Aunque sea una obviedad, el punto de partida para crear una agenda corporativa, o cualquier producto publicitario, es conocer a qué público objetivo quieres llegar.
Dependiendo de a quien quieras dirigirte, tendrás que tomar unas decisiones que hagan que el producto sea lo más funcional posible y no termine olvidado en el fondo de un cajón.
Tamaño
Una agenda corporativa debe tener el tamaño ideal para utilizarse en diferentes escenarios.
En lo que se refiere a tamaño, hay que contar con dos aspectos, el formato y el grosor del número de páginas.
Si el objetivo de la agenda es tenerla sobre una mesa de escritorio, cuanto más grande sea el formato elegido mejor. Más fácil será su lectura al tener más espacio para anotar las cosas o apuntar las tareas a realizar.
Pero si la persona que va a utilizar la agenda corporativa necesita moverse, posiblemente un tamaño más reducido será lo ideal. En esta ocasión hay que sacrificar el espacio de las notas para que sea más práctica y manejable.
El grosor lo determina el número de páginas, al igual que antes, habrá que decidir el uso que se dará.
Si va ha estar habitualmente quieta dará igual cuantas páginas tenga, pero si necesitamos llevarla con nosotros, el tamaño del grosor puede ser un punto a estudiar.
Hay varias formas de reducir el grosor en una agenda corporativa, se pueden colocar varios días en una misma cara o imprimir a dos caras, rediciendo así a la mitad el tamaño final.
Materiales
Hay que huir de lo básico y buscar soluciones que resulten elegantes y funcionales para que la persona que utilice la agenda se sienta a gusto con ella y piense que está usando algo de calidad.
Al ser un producto de marketing, cuanto mejores calidades en materiales e impresión tenga, el mensaje que transmitimos con la agenda corporativa será mucho más efectiva.
La elección de papel de mayor gramaje permitirá que las hojas sean más resistentes y no se suelten o rompan con facilidad.

Igual pasa con las cubiertas, al ser la parte que protege las hojas interiores, sería bueno establecer un material que sea más duro, incluso impermeable para evitar que se estropee si utilizamos la agenda en exteriores o se derrama algún líquido.
La encuadernación es otro aspecto importante a elegir, podemos escoger varias opciones sin comprometer la calidad, con una encuadernación más elegante encolada o cosida, con lomo en la cubierta, o buscar una opción más práctica con hojas perforadas y gusanillo de metal o plástico.
La época en la que vivimos obliga a tomar diferentes compromisos ecológicos y sostenibles, este punto puede aportar un grado más positivo a la agenda corporativa si se utilizan materiales reciclados como el papel sotenible o reduciendo el número de páginas con la impresión a doble cara.
Contenido y diseño
Todo lo anterior es importante, pero lo que realmente puede hacer destacar una agenda corporativa es la personalización y diseño del contenido.
Como producto de marketing es necesario añadir la información corporativa de la marca, negocio o empresa que representa.
Exterior
La intención principal es estar siempre presente y visible para la persona que utiliza la agenda corporativa, y por eso las cubiertas serán siempre la parte más importante.
Dejando a un lado contexto del fondo, donde podemos elegir un color plano, degradados o una imagen que pueda identificarnos, es fundamental mostrar la marca o logotipo que nos representa.
En el caso que la marca sea poco conocida o no transmita una referencia concreta por si sola, se podría añadir una breve descripción corta y visual de a lo que nos dedicamos.
La ubicación puede variar dependiendo de la importancia que queramos dar a la marca, discreta en algún ángulo de la portada o más llamativa con un tamaño mayor en el centro o una zona más visual.

Es importante no recargar la portada, por eso, los datos de contacto o de información pueden ir en la parte trasera de la agenda corporativa. Que no sea visible de un vistazo no quiere decir que no sea accesible de inmediato.
En la parte de atrás podemos añadir una localización física, teléfonos o la dirección web.
Interior
Suponiendo que el interior de cualquier tipo de agenda tiene que ser práctico, es mejor utilizar elementos sencillos que faciliten el uso y manejo del contenido.
Dependiendo del tamaño y formato elegido, unas veces podremos personalizar las hojas con una pequeña marca que no distraiga demasiado, o dejar el interior de la agenda con las típicas hojas de anotación estándar.

Sería interesante contar con la posibilidad de incluir información corporativa en hojas individuales e independientes a la agenda, pero encuadernadas en el mismo formato.
A modo de folleto se puede colocar al principio o al final de la agenda unas pocas páginas con información más extendida de la empresa o negocio, añadir ofertas, productos o datos que podrían interesar al usuario.
Todas estas indicaciones son sólo pequeñas referencias que considero importantes para disponer de una agenda con la función de promocionar una marca, negocio o empresa.
Cuantas más personalizaciones queramos incluir, el presupuesto que necesitaremos será mayor.
Existen ofertas online más económicas, pero igual de profesionales que si diseñamos la agenda desde cero. Sólo tenemos que elegir un formato prediseñado al que añadir una marca y solicitar cuántos ejemplares de nuestra agenda corporativa queremos imprimir y recibir en casa.
¡Excelente artículo! Es muy cierto que la agenda tradicional en papel sigue siendo útil, especialmente para aquellos que necesitan apuntar notas o tareas a menudo. Además, los puntos que mencionas sobre el tamaño, los materiales y el diseño son cruciales para asegurarse de que una agenda corporativa sea atractiva y funcional para el público objetivo. Me pregunto, ¿cuántas páginas debería tener una agenda corporativa ideal para que sea práctica y atractiva a la vez? ¡Gracias por la información!