Cuando un autor de un libro escribe el contenido de lo que será su obra, se centra únicamente en la redacción del texto, dejando completamente de lado las ilustraciones para libros que podrían complementar el resultado final. En ocasiones, las ilustraciones pueden conseguir que un libro pase de ser una simple edición literaria o una verdadera obra de arte.

Antes de continuar quiero diferenciar entre ilustraciones para libros, que son aquellas que buscan acompañar un texto, y libros de ilustraciones, en los que el texto tiene un valor secundario priorizando la imagen.
Este artículo se centra en el primer caso y la necesidad de incluir ilustraciones en los libros para aumentar el impacto que pueda tener la narrativa en el lector.
¿Por qué ilustrar un libro?
Cada año se publican miles de novelas y libros a través de las diferentes editoriales. Por tanto, existe una feroz competencia para conseguir que los posibles lectores/compradores de libros se fijen en sus respectivas publicaciones.
Para solucionar el problema de la competencia suelen promoverse campañas publicitarias y anuncios que sirven para un empujón inicial, pero que carecen de continuidad en el tiempo.
Las ilustraciones para libros son permanentes, acompañan siempre al libro permitiendo destacar sobre su competencia al hacer un guiño especial con una portada llamativa ilustrada por un profesional. Y digo profesional porque los escritores no tienen por que ser ilustradores ni saber como se ilustrar un libro. Es un trabajo de cooperación.
No es suficiente con escoger una imagen, fotografía o ilustración cualquiera para un libro porque parece bonita. Es necesario seguir unas normas para no perjudicarnos.
Cuando se decide escoger una ilustración, esta tiene que ser coherente con el texto, bien hecha, bien maquetada, con un perfil correcto y fijándose en el significado de los colores. Todo esto son factores que influirán positivamente en los lectores cuando deciden comprar un libro.
En resumen: para que un libro pueda ser leído, antes tiene que ser visto.
Esto supone que hay que invertir tiempo en trabajar en la portada de un libro y en su maquetación interior, ya sea en formato físico o digital.
Pasos necesarios para ilustrar un libro
Los ilustradores se encargan de transmitir un mensaje a través de un dibujo, estampación o grabado (entre otras posibles técnicas) que permita llegar a los lectores al contexto de la narrativa del libro de una manera más clara.
Recopilar información
Para conseguirlo no basta solo con la creatividad, se necesita realizar un estudio previo y la recopilación de determinada información para que el escritor pueda añadir las ilustraciones adecuadas para libros.
Investigar no es exclusivo de los ilustradores, como cualquier diseñador, es un paso previo antes de ponerse a realizar cualquier otro tipo de trabajo.
Existen muchas categorías y géneros literarios, libros infantiles, novelas, biografías, históricas manuales... y cada una posee su propio estilo, al que hay que adaptarse.
Siempre hay que conocer el contenido del texto y seguir la línea del tipo de género que escogió el autor, investigar que colores son los que mejor se adaptan y el tipo de dibujo y formas que serán los adecuados.
No es lo mismo crear ilustraciones para libros infantiles que para una novela policiaca donde en el primer caso buscaremos figuras con colores vivos y llamativos, y para el segundo nos iríamos al extremo opuesto.
Realización de bocetos
Aunque la ilustración se ha considerado siempre una rama del diseño que se realizaba de forma artesanal, la llegada de las nuevas tecnologías junto con la edición digital, ha transformado la forma en la que se trabajaba no hace tantos años.
Las tabletas digitales van sustituyendo al lápiz y el papel y los cuadernos se han convertido en ordenadores portátiles y pendrives.

Pero como la inspiración no viene siempre cuando se está sentado frente al ordenador, es muy recomendable tener siempre a mano papel y lápiz.
El papel y el lápiz (o pinturas de colores), permiten realizar muchos bocetos a modo de prueba que servirán para ir concretando la línea que deberemos seguir.
Muchos de los bocetos terminarán descartándose y otros servirán como apoyo a la ilustración final, por lo que la búsqueda de las diferentes ilustraciones para libros debe ser ágil y práctica.
Los bocetos no son más que apuntes, rasgos que tendrán los personajes, elementos y objetos adicionales, entornos, colores más adecuados, proporciones... que servirán para confeccionar la imagen final para el libro.
Comunicación con el autor
Cualquier diseñador o ilustrador sabe que es fundamental tener una comunicación fluida con el cliente o autor. De lo contrario tropezaremos mil veces con elementos inesperados que podrían haberse evitado.
Ponerse a trabajar sin una puesta en común puede convertirse en un desastre. Debemos conocer donde irán las ilustraciones, si es para una portada, para el inicio de cada capítulo, para explicar un contexto en un párrafo determinado, si es una ilustración técnica, algo real o ficticio...
Poner en común las ideas facilitará llegar a un punto en el que estar de acuerdo. Pero hay que defender las ideas propuestas si son adecuadas.
Al igual que un ilustrador no tiene porque saber escribir de forma correcta para publicar una novela o cualquier tipo de escrito, el autor de un libro carece de la experiencia y conocimientos suficientes para saber si una ilustración puede funcionar.
Pruebas y originales
Si hemos realizado los pasos anteriores, conseguiremos optimizar el tiempo, el trabajo y el esfuerzo que necesitamos para realizar las pruebas necesarias para llegar al original.
Las pruebas de las ilustraciones deben reflejar las ideas de los bocetos, el carácter del género de los libros, las decisiones tomadas junto el autor y la creatividad que podamos aportar.
Para llegar a un original definitivo, que es la ilustración seleccionada que se publicará junto al texto del libro, hay que pasar por múltiples pruebas.

Dedica tiempo a buscar diferentes puntos de vista, desde arriba o abajo, derecha o izquierda. Dibuja a los personajes de la escena en diferentes posiciones y aptitudes. Utiliza colores diferentes dentro de una misma gama.
Una vez tengas la prueba definitiva, será el escritor o autor el que tenga que dar el visto bueno para convertirlo en un original, pero como he dicho, si seguiste todos los pasos y sabes defender tu trabajo, no tendrás ningún problema.
Dónde encontrar ilustraciones para libros
Si decides que no quieres contratar a un profesional, un diseñador o un ilustrador para que realice los dibujos, tienes la posibilidad de buscar imágenes en internet.
Pero debes tener mucho cuidado, la mayoría de las imágenes están protegidas por derechos de autor, suelen ser de baja calidad y no suelen representar con exactitud el mensaje que necesitas transmitir.
Otro inconveniente es la originalidad, las ilustraciones y fotos de internet están disponibles para todo el mundo, por lo que es posible que encuentres la imagen que has utilizado en otro libro de otro autor que ha pensado lo mismo que tú al utilizar fotos descargadas de internet. Esto provocará que no destaques sobre tu competencia.
Al contratar a un diseñador especializado en ilustraciones para libros, realizas un contrato que os compromete a ambos a cumplir unos términos, al cliente a pagar por el trabajo realizado y al ilustrador a ofrecer en exclusividad el trabajo que realice.
Aún así, muchas veces podemos estar en el aprieto de no disponer del presupuesto necesario para conseguir unas buenas ilustraciones para libros, y tener que recurrir sí o sí a buscarlas en internet.

Existen algunas opciones que podemos explotar de forma económica, pero busca siempre la opción de poder utilizar las ilustraciones o imágenes de forma comercial y libre de derechos para evitar problemas legales.
Con una pequeña búsqueda puedes encontrar bancos de imágenes gratuitos y de pago, los de pago suelen ofrecer una licencia por imagen que te asegura poder utilizarla sin problemas, mientras que las gratuitas pueden llevar el inconveniente de tener que añadir el origen y autor de estas para poder utilizarlas.
Cómo encontrar un buen ilustrador
Hay varias formas de encontrar un buen ilustrador, pero al final todo dependiendo de lo exigentes que seamos, de nuestras necesidades y del presupuesto que tengamos establecido en las ilustraciones para libros.
- Solicita un presupuesto a una agencia o estudio de diseño especializado. Puedes hacerlo por correo electrónico, teléfono o en persona. Si el precio es un factor importante, la proximidad debería serlo también.
- Contacta directamente con un ilustrador o diseñador freelance, puedes visitar algún fotógrafo especializado en portadas de libros. En esta ocasión tendrás que llegar a un acuerdo y negociar los derechos de cesión de sus obras.
- Busca plataformas en los que se ofrecen diseñadores gráficos independientes, suelen ser muy asequibles dependiendo del trabajo a realizar.
Resumiendo, las ilustraciones para libros, tanto de una portada como para el interior, ayudan a destacar sobre los posibles competidores, la contratación de un profesional para la creación de este material gráfico ayudará a conseguir más rápido y mejor los objetivos que nos propongamos.
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